Este plato lo suelo presentar como canapé, si tengo invitados como otro plato dentro de un brunch o simplemente como cena veraniega.
Ingredientes:
Un calabacín hermoso
2 o 3 filetes de jamón de york de los alargados, pero si tenéis en casa de sandwich se puede utilizar también.
2 o 3 lonchas de queso fundido
2 huevos
sal
aceite
Preparación:
Lavamos, quitamos las puntas del calabacín y lo  cortamos en rodajas de medio centímetro, lo salamos.
Cogemos los filetes de jamón de york y colocamos el queso fundido, y doblamos el jamón de forma que el queso quede tapado por el jamón de york como si fuera un sanjacobo. Si hemos optado por jamón york de sandwich ponemos un filete de jamón de york lo cubrimos con la loncha de queso y ponemos encima otra de jamón de york. Y vamos cortándolo en cuadrados del tamaño de las rodajas del calabacin.
En un bol batimos los huevo con sal y vamos pasando  el calabacín por el huevo batido y lo vamos friendo en una sartén con abundante aceite.
Una vez que se ha frito el calabacín lo sacamos y lo ponemos en una fuente cubierta con pápel absorbente y encima ponemos el jamón de york y el queso que hemos cortado en trocitos y lo tapamos con otro trozo de calabacín caliente que sea del mismo tamaño que la otra rodaja de calabacín.
El queso con el calor de los calabacines queda semi derritido y está buenísimo. Lo podemos comer frío como caliente.